En uno de los periodos de máxima creatividad del soul, Stevie Wonder publicó Songs
in the key of life. A pesar del férreo control que Barry Gordy ejercía sobre los artistas de la Motown, fue uno de los pocos que, junto a Marvin
Gaye, lograba escapar y plasmar en sus discos lo que su mente era capaz de crear. En ese doble álbum, Stevie contó con colaboraciones de numerosos
artistas, entre ellos grandes músicos o vocalistas como; Michael Sembello, Herbie Hancock, Nathan Watts, Minnie Riperton, Deniece Williams, George
Benson..., y nos descubría composiciones de una exquisitez arrebatadora, una instrumentación con un nivel evolutivo
extratosférico, y una inspiración sólo posible por un toque divino.
El álbum debutó en el número 1 de las listas USA y allí estuvo durante 14 semanas seguidas. Fue nominado
a siete Grammy, ganando cuatro de ellos, destacando el de mejor producción, disco y cantante de R&B.
El álbum forma parte de la Biblioteca estadounidense del Congreso donde se conservan los
acontecimientos de audio que son cultural, histórica, o estéticamente importantes, disco de Diamante y sobre todo es un
disco donde tanto blancos o negros, enamorados del pop, soul, jazz, rock, o cualquier género encontrarán el oasis en el desierto
más sediento, el paraiso en el infierno más caluroso, y el oxígeno para sobrevivir en el océano más profundo.
Su importancia ante la trascendencia e influencia que ha dejado en la música ha hecho que alcanzará el estatus de clásico. Stevie es
consciente de lo que significó este trabajo en su vida y en el mundo de la música, y rendió un homenaje a través de una gira realizando adaptaciones en
vivo por más de 10 ciudades de toda América del Norte, comenzando el 6 de noviembre del 2014 en Nueva York ron sumando a este SONGS
IN THE KEY OF LIFE PERFORMANCE.
Es sin ninguna duda uno de los mejores álbumes jamás realizado, todo un néctar al alcance de nuestros oidos que como tal
debe necesariamente ser saboreado.